Vivienda en Trafalgar
2020 | Residencial
La vivienda se encuentra en un precioso edificio clásico protegido, que había sufrido reformas de baja calidad que habían eliminado gran parte de su carácter original. Durante la demolición, afloraron vestigios de antiguas molduras e incluso techos dañados por el fuego.
Encajar el nuevo programa fue un reto, ya que la casa contaba únicamente con un baño situado en una zona muy alejada del resto. Era necesario adaptar la distribución a las necesidades de una pareja joven que veía la vivienda como un hogar temporal, hasta mudarse a las afueras cuando tuvieran hijos. La inversión debía ser controlada para asegurar una buena rentabilidad en la futura compra-venta, por lo que nuestro objetivo fue dotar a la vivienda de máxima personalidad y actualizarla para que resultase funcional para ellos y atractiva para futuros compradores. La propuesta incluyó dos dormitorios, dos baños, un salón con cocina abiertos y el máximo almacenamiento posible, teniendo en cuenta las dimensiones reducidas de la vivienda.
Una vez definida la distribución, nos centramos en potenciar el aspecto estético: incorporamos nuevas molduras que devolvieran parte del carácter perdido y paredes de yeso visto que aportan textura y personalidad. La calidez del hogar se logra gracias a la madera, presente en suelos, puertas y algunos muebles a medida, como la zona de televisión del salón y la mesita cercana al comedor, que también funciona como escritorio para teletrabajar.
El mobiliario a medida fue clave en los dormitorios, optimizando el almacenamiento en espacios reducidos donde apenas cabían muebles convencionales. En cuanto a la decoración, apostamos por una propuesta neutra, con pocas piezas, pero cuidadosamente seleccionadas, combinando elementos vintage singulares con otros más contemporáneos, logrando un resultado equilibrado y con carácter.